Excavamos la corteza de
la tierra para encontrar los sedimentos y descubrir el proceso discontinuo de
la estratigrafía. Cada estrato es como la fibra de un tejido mineral. El
vegetal se fosiliza y se sedimenta en forma de resto mineral; el mineral es
absorbido por las plantas y se vuelve el alimento para el animal. Uno deviene
la huella del otro en un tejido continuo.
Tejer nos relaciona con el
entorno. La base del tejido es la fibra; algunas provienen de plantas y otras
de pelajes de animales, y cada una nos remite a un lugar de origen. Con el
tiempo los artesanos de cada zona han desarrollado diferentes técnicas para
trabajarlas. Las fibras se adaptan a distintos lugares, variando su dureza,
espesor y color. Donde crece el junco se tejen canastas, donde aparece la
totora se hacen tapetes y donde hay toquilla se tejen sombreros.
Las fibras siguen los
ritmos orgánicos y al tejer toman la forma del cuerpo que es envuelto. Una
canasta se teje alrededor de un molde, como la corteza de un árbol se pliega
alrededor del tronco; o como las capas geológicas circundan y envuelven la tierra.
El tejido se pliega, nos cubre y protege. Es la superficie que nos rodea.
En un telar, las fibras
de los animales, los tintes vegetales y los pigmentos minerales forman un
cuerpo único. Los hilos se tuercen, se tiñen y se entrelazan uno sobre otro de
manera discontinua o intercalada, formando distintos puntos o patrones. Cada
punto crea una textura única en la superficie. Este proceso es entendido por
los artesanos quienes moldean con sus manos una memoria del lugar y el paisaje.
Ellos, como hacedores, son capaces de entender la transformación del material
que utilizan, que se inicia en el lugar donde crecen las fibras hasta el
momento en que sus manos las componen y les dan el acabado final.
Mirar dentro del lugar es destejer su imagen. Pelar sus
capas y frotar las huellas formadas por el tiempo hasta encontrar las fibras y patrones
que han tomado forma. Destejer la imagen es desmembrarla en fibras sensibles al
tacto. Es penetrar en la
piel de la superficie visible y entender los procesos manuales y corporales con
que tomaron forma. Reaprender la labor de los artesanos significa restablecer
contacto con estos procesos. Entender que detrás
de la imagen existe una huella dejada por el cuerpo y la naturaleza.
Rafael Freyre
2017
Fotografía: Juan Pablo Murrugarra
2017
Fotografía: Juan Pablo Murrugarra
Moldes, canastas y tejidos
Dibujo
en papel
Canson Montval 300
gr
150
x 122 cm
2017
Canastas unidas
3
atados de junco de Huacho
tejido
en 30 días
300
x 310 cm
2017
Hilo continuo
Piedra
ónix de Huancayo, lana de
oveja
y
alpaca teñida
con tinte natural, vidrio
70
x 25 x 40 cm, con hilos colgando 150 cm alto
2017
Hilo continuo
Piedra
ónix de Huancayo, tejido en telar
con
lana de
oveja y alpaca teñida con
tinte
natural,
vidrio
25
x
150 x 17 cm
2017
5 tintes vegetales de Lambayeque
-Chilca - celeste
-Andanga
- marrón
-Qalwinchu
- amarillo
-Raíz - rosado
-Barba de piedra – ladrillo
Tapiz
tejido en telar y bordado hecho con
lana
de oveja teñida con tintes naturales
180
x 280 x 250 cm
2017
Ovillos
Travertino de
Junín y piedra de talco
3
piezas de 10 y 12 cm diámetro.
2017